Me gusta estar aquí, contigo, en esta cafetería, frente a ese ventanal que se azula de muerte vespertina. Me gusta estar aquí, contigo, poniendo letras como un posmoderno Gutenberg, equivocando la sintaxis y la ortografía. Me gusta que la computadora me corrija la ortografía, me gusta la luz de la computadora y ese cover de The National que tardaste en reconocer. Me gusta mucho estar aquí y contigo porque no hay más que aquí y contigo. Porque niego el dolor del mundo y me concentro. Porque vuelven a cantar los Creedence Clearwater Revival arbitrariamente, sin un dj al que le haya yo dicho: toque CCR para la dama, por favor. Aunque yo no se sí te gusten particularmente los CCR, voy a preguntarte de viva voz... “No se mucho de ellos en realidad, no se cuales son sus canciones.” Eso es lo que me has respondido y está bien porque tu así eres, impredecible. La tarde continúa ya no puede continuar, llega la noche y lo que antes era oscuro adentro, ahora pueden verlo desde lejos. No aspiro a más. Yo solo quiero estar aquí, contigo. O en donde sea.
+Frida Landa